Una correcta hidratación es fundamental durante todo el año pero, en verano, se hace especialmente importante, ya que el aumento de las temperaturas facilita la deshidratación. Sin embargo, mantener una hidratación adecuada es sencilla. Presta atención a estos consejos sobre hidratación y pasa un verano genial y en perfectas condiciones:
Cantidad de agua
Diariamente, debemos consumir entre 2 y 2,5 litros de agua, si bien es cierto que esta es una cantidad orientativa que puede variar por factores como la edad, el sexo o la actividad diaria.
Por supuesto, debemos beber siempre que tengamos sed, pero también es necesario hacerlo incluso cuando no la tengamos. La sequedad de las mucosas y de la piel también son un indicador de deshidratación y de que debemos beber agua.
Práctica deportiva
Beber agua es especialmente necesario si hacemos deporte, ya que cuando practicamos una actividad física sudamos más, lo que significa que perdemos más agua. En este caso, la cantidad de agua diaria recomendada será mayor a la cantidad necesaria si no hacemos deporte. Es fundamental beber antes, durante y después de la práctica deportiva.
También debemos beber más agua si vamos a estar expuestos al sol durante muchas hora o si vamos a salir en las horas centrales del día (en las que se desaconseja el deporte).
Alternativas al agua
Además de bebiendo agua, hay otras formas de hidratarnos para variar más nuestra dieta y no aburrirnos. Estas opciones pueden ser especialmente interesantes si nos cuesta beber agua. Beber zumos, infusiones, smoothies o consumir frutas con mucha agua también nos aportarán el agua que nuestro organismo necesita.
Evitar las horas centrales del día
Debemos evitar exponernos al sol en las horas centrales del día, esto es, de 12 de la mañana a 4 de la tarde aproximadamente, ya que en esta franja horaria el sol es mucho más agresivo y el riesgo de deshidratación se incrementa. Durante estas horas tampoco debemos practicar deporte, ya que al calor de las horas centrales se sumará la mayor deshidratación durante la práctica deportiva, aumentando así el riesgo de deshidratación sensiblemente.
Reducir el consumo de alcohol
El consumo excesivo de bebidas alcohólicas y otras bebidas diuréticas favorece la deshidratación, puesto que hacen que perdamos más agua de lo normal.
Mantener una hidratación adecuada es fundamental para un correcto funcionamiento de nuestro organismo. En verano, hay que extremar las precauciones por la subida de las temperaturas. Sin embargo, siguiendo unos sencillos consejos estarás perfectamente hidratado y, podrás disfrutar de un verano increíble.