El yogur helado es un ingrediente que proporciona numerosos beneficios al organismo gracias a su composición nutricional. El yogur ayuda a cubrir las necesidades diarias de macro y micronutrientes. Al tener una composición muy similar a la de la leche, constituye una fuente de proteínas de alta calidad, calcio y de otro tipo de minerales como el magnesio, el potasio o el zinc. Además, a esto debemos sumarle su bajo aporte de sodio y calorías.
Gracias al consumo habitual de yogur es posible llevar a cabo una dieta equilibrada, e incluso prevenir enfermedades como la osteoporosis en personas mayores. Por otro lado, su consumo va muy ligado a un mayor control del peso corporal, a una reducción del riesgo a padecer diabetes y a una mejora en los niveles de triglicéridos, la presión arterial o la glucosa.
Es importante que el yogur helado adquiera una mayor visibilidad dentro de la dieta, sobre todo en el caso de personas con circunstancias similares a las siguientes:
- Gracias al consumo de yogur de forma habitual, las mujeres que han pasado la menopausia incrementan su capacidad para absorber el calcio.
- Gracias al yogur es posible reducir el riesgo de enfermedades respiratorias del tracto superior durante el período infantil.
- Sus componentes también influyen positivamente en la salud intestinal, de hecho, ayudan a prevenir y disminuir la duración de todo tipo de enfermedades infecciosas de tipo gastrointestinal.
- Antibióticos. Uno de los efectos más desagradables que se derivan de un tratamiento con antibióticos es el de la diarrea. El consumo de yogur ayuda a reducir los riesgos y la tasa de incidencia de esta.
- Cuando se producen problemas de estreñimiento, el consumo de yogur de forma habitual ayuda a mejorar la cantidad y consistencia de deposiciones.
- Helicobacter pylori. Cuando un paciente se está sometiendo a un tratamiento médico para eliminar este tipo de infecciones, es aconsejable consumir yogur de forma habitual porque ayuda a incrementar el efecto de los tratamientos en un 10%.
- Probióticos. Contar con una microbiota sana resulta fundamental para la prevención o la superación de todo tipo de enfermedades. El consumo habitual de yogur nos ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico.
- Problemas para digerir la lactosa. Una de sus ventajas principales es que posee menor cantidad de lactosa que la leche, debido a la presencia de bacterias que ayudan a metabolizar la lactosa y convertirlas en ácido láctico. El resultado es una mayor facilidad durante los procesos digestivos y una sensación más plena.
A pesar de todos los beneficios asociados, el último Informe del Consumo Alimentario en España, desarrollado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, revela que los lácteos ocupan un papel cada vez menos importante en nuestra dieta. Este descenso comenzó a hacerse notorio hacia el año 2012, y resulta preocupante.
El yogur helado, como el resto de los lácteos, es una fuente muy importante de calcio y vitamina D. Si optamos por una dieta sin calcio se corre el riesgo de sufrir un déficit de estos componentes, lo que puede derivar en la aparición de deficiencias y problemas de salud.