
Disfruta de tus productos smöoy preferidos, estés donde estés ¡pide take away!
Siempre vamos de aquí para allá, con prisas ¡el reloj y nuestra agenda mandan! Y en ocasiones no nos podemos sentar a tomar algo en condiciones. Sin embargo esto no tiene porqué ser un impedimento para disfrutar de tu smöoy allá donde estés ¡qué viva la fórmula take away!
smöoy take away
Muchas pueden ser las circunstancias por las que no puedas sentarte cómodamente en nuestras tiendas; como por ejemplo, llegar tarde a tu cita, hacer ese recado que tenías pendiente, no querer perder el tren o el autobús, etc.. En estas circunstancias, y sabiendo que los antojos no entienden de: “Lo dejamos para más tarde”, te proponemos nuestro formato take away, para acudir a todas tus citas sin tener que renunciar a lo que más nos gusta. Porque ya sabes: debemos alimentar nuestros caprichos. Y no existe mejor fórmula para ello que con un smöoy bien fresquito.
Si te apetece disfrutar de un paseo por la ciudad, pídelo take away y tómatelo en otro lugar diferente. La cuestión es no quedarte sin saciar tus ganas de smöoy, bajo en grasas, rico en fibra y sin gluten, el perfecto yogur o helado para todos y con los toppings que más te gustan. Para conocer todas las propiedades de nuestro yogur helado haz click en el siguiente enlace.
Tan solo debes indicarle a nuestros compañeros el tamaño que prefieres (mini, classic o maxi), elegir el sabor (natural, special, chocolate o nata) y añadirle tus toppings de frutas, cereales, chocolate y un sinfín de opciones más a tu sabor preferido. Con todo esto solo te queda una cosa… salir a disfrutarlo donde te apetezca ¡Con nuestro formato take away tú eliges el lugar!
La historia del take away
Como curiosidad te vamos a contar la historia del take away, o sea lo que haces tú con tu smöoy: pedirlo para llevar ¿Sabías que esto ya existe desde la antigua Roma? No se ha inventado como fórmula de marketing del siglo XXI.
Los antiguos romanos -y también en la Antigua Grecia- ya vendían alimentos a muy buen precio por la calle, una fórmula ideal para aquellos que no disponían de cocinas en casa, o querían adquirir comida preparada a bajos precios.
En la Edad Media, esta fórmula resistió al paso del tiempo y aunque la gente estaba ya más concienciada con la comida y la salubridad, los puestos callejeros de take away existían sobre todo en las grandes ciudades. Y de ahí a nuestros días.
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